Llevamos quince meses de pandemia, estamos más o menos igual que el año pasado cuando nos dijeron desde las más altas instancias que se había vencido al virus. Lo que diferencia este año es la vacunación, las cifras parecen muy buenas y todos estamos ilusionados con dejar atrás el periodo más negro que hemos vivido.
Esperemos a despejar todas las incógnitas cuando se haya vacunado a la población, ¿Cuánto tiempo durará la inmunidad, se controlarán las nuevas cepas, etc..? Lo iremos viendo y esperemos que la crisis sanitaria sea un mal recuerdo y en nuestro corazón los compatriotas que se han quedado en el camino.
Lo que no va a ser un mal recuerdo es la crisis socioeconómica que se va a quedar con nosotros durante bastante tiempo.
Ahora con la pandemia más o menos controlada empezarán a vendernos el relato (que ha pasado y cómo vamos a salir de la crisis), como siempre de forma precipitada, con mucho autobombo y muchas fotos. Y lo van a vender los mismos, a los que no se les ha visto el pelo durante los momentos más duros. Va a ser algo entre vergonzoso y obsceno, por supuesto dirán que no han podido hacer más por culpa de nuestra irresponsabilidad. No han dudado en criminalizar a sectores económicos sin una prueba científica que les avale.
La cifra de parados, personas en erte y autónomos que han cerrado es inasumible, no me atrevo a dar una cifra. No han querido contar nuestros muertos como para contar las personas sin trabajo.
El Ingreso Mínimo Vital ha sido un desastre, creando falsas expectativas. Tenemos beneficiarios que se lo han aprobado y les han pagado "11 meses" de atrasos. INACEPTABLE. Una cifra que no verán en casi ningún sitio, se han denegado a nivel nacional el 75% de las solicitudes.
Las diferentes administraciones siguen cerradas o medio abiertas en algunos casos. La administración nos cuesta un dineral que pagamos todos nosotros.
No se ha bajado ningún impuesto, al contrario, la subida de la luz es inasumible para la inmensa mayoría de los ciudadanos. Y no es un impuesto a los ricos, ¿verdad? De lo que pagamos en el recibo dos tercios son tasas e impuestos.
El pequeño y mediano empresario (son quienes crean realmente el trabajo) se quejan de nuevos impuestos y que las ayudas no terminan de llegar.
Vaya panorama, podría seguir enumerando claves que nos dan una visión de la situación. En Cáritas Tres Avemarías vemos con preocupación las consecuencias socioeconómicas que padecemos actualmente y la gente no deja de venir desesperada.
Llevamos quince meses sin descanso, atendiendo dentro de nuestras posibilidades las necesidades de un número importante de nuestros vecinos y seguiremos así mientras sea necesario.
Ojo con los vendedores de humo, que no les engañen y no den un paso atrás en sus derechos civiles y sociales.
Mucha fuerza y que Dios les bendiga.
Paz y bien.
